lunes, 3 de noviembre de 2014

HI

Lo peor que le puedes hacer creer a alguien es que te importa. Y al igual que Fito, le escribo a lo que nunca tendré, a esos besos que ya no serán nunca bucles en mi boca, a no escuchar nunca más en mis oídos tu voz.

Le escribo a esa sensación de idiotez cuando siempre pones tu granito de racionalidad en todo. En que eres capaz de que transforme tus peores defectos en virtudes. Que lo acepte. Que me guste.
Me harto de conformismos y de que siempre subas el volumen de tus cascos para no escuchar(te).

Que un Domingo es un Domingo a secas si tú no estás. El frío viene y no estarás aquí para salvarme de mis dudas existenciales sobre la oscuridad que se ve a través de mi ventana, de que no sé si son las siete o las diez, pues ya las noches son más largas; de los monstruos que hay debajo de mi cama.. cuando en realidad el único monstruo que atormenta mi cabeza soy yo misma.

Pasas la vida luchando contra la gravedad, contra tu propio peso, en cuestas que no llegan a ninguna cima y en no-luchas contra caídas aparentemente irreversibles por el mero hecho de que la subida merezca la pena aún más.

Sólo me queda que el invierno me hable de ti, o tú de mi, porque hace tiempo que no me reconozco en el espejo y aún no entiendo que me he hecho para tenerme tanto rencor.

Y entre rencores te busco, entre todos tus cigarrillos clavados en mis pulmones, uno por uno.

Y aunque seguramente no me busques y me harte yo de buscarte, supongo que no dejaré de hacerlo.

Y hablo de ti como de otro cualquiera que aún no ha llegado. Y aunque me jodas la vida, habrás venido.

Que quizás debería de ser más egoísta, crecerme y subir de nivel, pues ya me queda poca vida en este juego.
Se me acaba la batería, se apagó la luz, y nadie quiso pulsar el botón. 

Prefieres mirar con tus dos ojos abiertos, cuando lo mejor era ver con nuestros ojos cerrados.


domingo, 19 de octubre de 2014

Sin título

Vienes y me manchas de rojo. 
Te vas, pero siempre sin herirme.
 Me dices que quieres excavar un poco.
 Te dejo y abajo estoy de ese hoyo mirándome desde arriba. 
Me hablas como si nada y las mariposas se me atragantan en el pecho. 
Que trecho has recorrido que yo sola me he perdido, como siempre, y ardiendo las heridas me has cosido. 
No entiendo lo que has dicho ni decidido, cuando todas las noches mirábamos las estrellas en mi techo sin preocupaciones.
 Cuántas razones y la sinrazón siempre me gana. 
Me echo el freno de mano y la verdad es que no sirve para nada.

Me canso de mi misma, me canso de que se pierda la magia. De hablar las cosas, de la fragilidad de mi existencia, de hacer las cosas siempre a tu manera y no tener ningún control sobre nada.
Que me quede sin fuerzas, que me quede extasiada, que me tire al vacío, que no escuche nada.

Que soy una versión de mi misma en este escenario, fingiendo sentimientos y ocultándote mis frases. 
Poniéndome a tu altura, sin excederme ni quedarme. Antes me sentía libre de decirte pero ahora me condiciono a mi misma para no sentirme importante, pues no sé lo que te mereces, ni tampoco sé que es lo que debo darte.

Siempre tan tú, tan poco yo. 
Potenciando mis debilidades, espantando promesas y atrayendo soledades. 
Te hago las mejores de mis especialidades, me cubro con un muro de hielo pero vienes con un mechero y derrites todos mis miedos.
 No lo entiendo.

De qué sirve tanta libertad si acortamos profundidades. Se distorsiona la importancia y el valor de las intimidades. 
De qué me sirve invertir el tiempo si yo sólo quiero fluir, que lo demás es todo un invento, mediciones imaginarias para comprender este mundo hostil.
Y si tú te estancas yo no puedo seguir, y si sigo, me pierdo, me pierdes. 
No nos perdemos.


domingo, 10 de agosto de 2014

Ambivalencia


Entre cortinas negras empieza un nuevo amanecer. Sales al balcón, todo está gris y en el fondo solo hay una pared. No podemos unir las piezas rotas con lañas de papel. Dentro de esa habitación los poetas nos miran, presenciando un arte que no es el suyo; y desde las esquinas, miradas felinas que todo lo saben nos apuntan con sus destellos. Cada detalle, cada pincelada transmite algo romántico. Es más que un color pastel, hay un trasfondo tras de él. 

Subes a la cima y llega ese instante en el que estás decidido, en el que nada importa. Estas solo ahí arriba, tan alto que si abres los brazos podrías volar. 
Fijas la mirada al horizonte y admiras cada rayo de luz que pasa a través, sintiéndote tan pequeño y grandioso a la vez. 
Tan solo hay un paso para salir de esa ambivalencia. Tu expresión es rígida, tus ojos no parpadean ante tal caída que hará que pierdas el control, caer tan rápido y más rápido, a una gran velocidad. 
Es un momento único, es tuyo fuera de todo de lo que te rodea. El mundo sigue girando, las personas siguen  caminando pero desde allí arriba es como si el tiempo se parase solo para ti. Se siente libertad, vida, indiferencia,. Independencia. 
Todo te inunda aunque estés ajeno a lo demás. Es difícil de explicar porque hasta lo que respiras, se siente distinto. Tu mente se queda en blanco o con algunos garabatos y sientes el peso sobre ti. Sensaciones por describir.. tirarlo todo al vacío sin oír el impacto al caer...

jueves, 17 de julio de 2014

MAGIC

Todo vuelve. 
Cuando decían que la historia es cícilica,
 no se equivocaban. 
Y no porque las cosas pasen una y otra vez,
 sería de locos. 
Pero quien no te dice que vivamos en un bucle eterno en el tiempo, que nuestras memorias se borren y no lleguemos nunca a conocernos ni a aprovechar todas nuestras facultades;
 y que todo lo demás, 
la historia, las leyendas...
 sean otra mentira para sentirnos mejor con nuestras limitaciones.
 Quién me puede negar que esto no lo haya pensando antes, que nunca te he mirado a los ojos y que cada vez que lo hice  sintiera una chispa cada vez más fuerte. 
Una conexión. 
Pensar en lo que te has perdido o no...
simplemente el tiempo es sabio y te pone allí, en el momento justo para que se haga la magia, esa que sale sola y nunca nunca se puede forzar. 

Supongo que prefiero pensar que ese fue nuestro minuto cero. 
 Y si te conocí en otra vida
 o se volviese a repetir la experiencia
 sé que nos encontraríamos aunque sea en medio de la Siberia más fría.
Qué decir de esos primeros siete segundos.
 Son fatales.
 Escaneas a la otra persona de arriba a abajo y sientes que es otra más. 
Cómo cambian las sensaciones,
 la percepción en sí. 
Es mágico, inquietante como poco a poco cada paso y cada suspiro suyo forma parte de ti. 

Es una reflexión muy efímera. 
Pero.
Ya no hay peros.
 Quiero, y digo de verdad, 
quiero.
Ahora mismo a los que quiero más que nunca. 
No miedos,
 ni inseguridad de mostrar el yo que llevo dentro al mundo. 
Proyectos, sueños, inquietudes. Hacerlos tangibles.
Ya no me conformo con fantasear.
Porque como ya he dicho todo vuelve.. 
Y ahora es mi momento. 

domingo, 1 de junio de 2014

Todo me rodea menos tus brazos


Entre risas se te escapa una sonrisa. Los ojos se entrecierran, las bocas se mueven, los labios se mojan sutilmente con un trago de cerveza y el estribillo de esa canción se cuela por mis orejas. Es estar pendiente de todo y de nada; sólo de la mano que tienes puesta en mi pierna. Te sube algo hasta arriba, la respiración se te acelera echando un suspiro más al aire esperando tu siguiente movimiento..

domingo, 4 de mayo de 2014

Remembering someday

Me emociona tanta felicidad. Fotos, frases inéditas. Textos que ni en mi mejor día, ni una noche de drogas hasta las cejas podría escribir. Lo curioso es que. Y lo triste es que ya no echo de menos, no te. No siento. Sólo recuerdo. Busco, encuentro, me pierdo, algo que me diga que sigo viviendo, que mi corazón no va envejeciendo. Que me sigo fijando en cada detalle, en cada rayo de sol que cruza tu pupila e inunda tu iris.

Y ya he dicho que ya no te. Que ya sé que es lo que echo de menos. Que siento por primera vez ese vacío que me contaron, ese hueco en el pecho. Sentir que no perteneces a ningún sitio. Enfadarte, odiar, ponerte triste sin motivo. Que ya da igual dónde estés, lo que pienses, lo que necesites. Que cada uno se mira a su espejo y tú aún sigues con el tuyo empañado viendo un leve reflejo.

No saber en que punto ni en qué nivel de juego estás. Querer tocar fondo para quedarte ahí sin más. Recuerdos guardados en ese bote de plástico, con un corazón de piel. Un dibujo del mundo que inventó para ti, un dragón que te hizo volar, una flor que nunca se marchita que te mira de frente. Un cohete anclado que te quiso llevar un día a la luna. 
Y no saber cómo ni por qué, dónde se guarda una sonrisa. Sentirte al borde del precipicio echando en falta una mano que te sujete. Una voz que te diga "quédate una noche más". Ese hueco en el sofá, pues rara vez llegábamos a la cama. El ascensor, la excusa  perfecta para violar un poco más sus labios.
Contar las horas. Irte a casa con ganas de más. 
Saber cada mancha que tiene mi techo. Olerte en mi pelo. Nervios antes de que suene el portero. Nuestra canción. 

Y ahora, sales al balcón, mirando atardeceres cada cual distinto, tocando con la guitarra cualquier canción absurda que te haga sentir mejor. 

Y sí, no echarte de puede ser terrorífico. De menos estás sintiéndome yo de más. 

viernes, 25 de abril de 2014

"Breath" http://open.spotify.com/user/1124772070/playlist/2pGAZZzQKpwsgbKmsTwz0m

¿Sabes esos días, cuando todo es tan oscuro que no puedes pensar? Pues hoy es uno de ellos. Bueno, más bien son horas, noches tontas. Noches en las que te acuestas y no hay diferencia entre el día y la noche, ni tú misma te crees que haya pasado otro día más. Son días sin ninguna transcendencia, sólo la que tú le quieras dar. Fechas del calendario que simplemente están para olvidar.

Momentos en los que necesitas tanto de las personas cuando en realidad no están, ni para ti ni para nadie. O eso me digo para calmar mi conciencia. Están los que tienen que estar. Los que están siempre.

Pero es una sensación rara, muy bizarra. Simplemente el tiempo pasa, viendo como la gente hace cosas mientras tú no haces nada.

Estaré echando algo de menos, pero no sé qué es. Y si lo sé no quiero ni pensarlo dos veces, porque luego todo me sale del revés.
Ni la ducha es tu mejor aliado para desconectar. Es un momento de soledad, al fin y al cabo.
Tocas la guitarra, y siempre mirando a la pared. No recuerdo la última vez que los muebles de mi habitación me aplaudieron, creo que nunca lo han hecho, supongo que lo haré muy bien.

Escuchas música tumbada en la cama mirando al techo imaginando que estás en algún tipo de película medio adolescente, en una escena donde la protagonista piensa sobre su propio ser, donde reflexiona sobre sí misma. Te haces una playlist de música para respirar, y comienza la banda sonora de tu vida.




martes, 15 de abril de 2014

Número 26

Últimamente ando un poco descuidada. De mi, de ti. De mi mirada. De todo.
 Y cuando quiero caminar sola, vienes y me rompes. No hago la cama por si vienes y me dejas tu olor en la almohada. Y es que siempre acaba sin haber empezado nada.


Exactamente no sé por qué se ha dado ese parón. Lo mismo será porque no escuché tu canción favorita, o no supe descifrar el lenguaje de tu mirada aquella noche.
¿Hasta dónde llegan las consecuencias de mis actos? Parece que lo único que sé hacer es hacer daño y desconcertar, y al mismo tiempo me pongo triste porque otros corazones laten pero el mío late de más.

Me apetece pararme. Conocer tu mente, esperar en cada palabra, cada silencio y en tu pestañear. Y balancearme, para llegar hasta lo más alto y ganar esta prueba. Aunque en parte sea mi objetivo, lo importante es disfrutar del camino. Que conozcas mis manías, que te intimide mi mirar, que te rías cuando no sé hablar.

Creo que cuando se hablan las cosas se pierde la magia. Aquella mañana debí despertar e irme caminando sigilosamente por los tejados. O tú debiste tirarme por la ventana en vez de leerme un beso en los labios.
 No sé cuánto costó, ni que precio tuvo tal hecho.

Y ya, otro microcuento que se cumple,  entre quieros y no puedo. Juegos de palabras, tantos... que de tanto entendernos nos daba miedo. Y así fue como te hartaste de jugar a tu juego, me apartaste a un lado y yo ya he echado el freno. 
No quiero perder el tiempo.
 Entre tantas hojas aún hay historias a medias que posiblemente sean interesantes de continuar.
Y quien sabe, lo mismo gano por apostar.

lunes, 24 de marzo de 2014

domingo, 9 de marzo de 2014

P.

No sé si me tachas, pero me gustaría seguir escribiendo..
He estado muchos días ausente, intentando estar fuera de mi.
Las noches se me hacían eternas, melancólicas, un agujero negro...

Y después de tantas noches, vienes, me abrazas y me sacas una sonrisa.
A distancia, en cualquier parque, sola, acompañada, viendo el mejor atardecer de todos, consigues hacerme reír. No sabes lo que echaba de menos esa sensación. A veces el tiempo se hace interminable, y cuando es  intenso la memoria se resiente y lo recuerdas todo mucho más caótico de lo que realmente era.

Te he dicho muchas cosas a lo largo de esas calles, y casi siempre bromeo cuando digo algo de verdad, ya lo sabes. 
Quiero creer que esto no es un pensamiento pasajero, pero lo cierto es que no llevaba ninguna copa de más, estaba bien despierta, te he visto la cara, te he visto como siempre.. como aquel Septiembre.

Sinceramente no sé que se te pasa por la cabeza, ni si te quedan algunos restos de sentimientos hacia mi.
A veces pienso que hice bien poco para tenerte a mi lado, y que esa época la recuerdo cual río que fluía. Sin embargo los pensamientos nos traicionan y las emociones más aún, decimos y hacemos cosas que no debemos y las cosas cambian.. A pesar de ello sigo pensando que.. no soy capaz de describirlo.

Y para terminar de sincerarme, hacía ya tres años, y desde aquel entonces nadie me había hecho estar tan mal con su presencia, y tan genial a la vez. Y sobre todo mal ante tu presencia. Son cosas que te hacen pensar, y darte cuenta de lo que realmente te importan las personas.

Estoy hecha pedazos sentimentalmente, (los dos) o eso quiero creer. Pero cada día que pasa estoy más convencida. Será muy duro tenerte lejos, lo sé.

Y no creo que sea merecedora de tener a nadie y menos a ti. Y fallarte ya sería caer en lo más hondo, ya que de todo lo que me rodea eres el diamante que reluce sin duda.

Nunca sabré agradecerte tantas cosas que has hecho por mi. Paso de ser metafórica, es así, no tiene trasfondos.

Supongo que lo que más me jode es haberte conocido ahora y no antes, de pillarte en esta época, de no saber si lo intentamos de verdad, si es que en realidad no podías o yo no quería.. En fin, tantas cosas.. 

Pero de alguna forma u otra, te tengo a mi lado y soy feliz.


miércoles, 5 de marzo de 2014

Dentro de mi cabeza

Estoy cansada.
Cansada de mí, de tí y de el anti-nosotros.
Tengo la cabeza que me da mil vueltas, me pongo boca abajo, le doy la vuelta, y por más que miro... y por más que miro..

Es la gota que colma el vaso, la lluvia que te estropea el mejor peinado, un disco rayado.
La lógica es que mientras que estoy aqui rompiéndome los sesos, ninguna segunda persona ajena a mi le está dedicando ni un 1% de su tiempo a pensar en mi primera persona.
También es eso lo que creemos. Estoy cansada de tantos juegos.. tantas esperas, tantos espejismos en los desiertos...
Te hartas de ti misma, de ser como eres. Pero luego reflexionas y llegas a la conclusión de que ya hay demasiada mierda en el mundo, tantas personas que merecen tan poco la pena, que es caer demasiado bajo entrar en su sistema.

Ya me lo dijeron, es mentalizarse. Y aunque siga buscando una llama en cada mirada, algo de amor en una noche de calor, lo mejor para mí y para ti es que siga por mi cuenta, a no sé donde pero no me importa.
Quien me ha visto y quién me ve, si cada noche que pasa voy perdiendo más puntos..






domingo, 16 de febrero de 2014

Sí y no

No sé si estoy perdiendo una oportunidad, o cerrando puertas a mi paso...

Cada vez me siento más encerrada en este campo abierto donde ni siquiera hay paredes para resguardarme de la lluvia.

Estaré volviendo a mis miedos, inseguridades...
 Llegados a este punto por una idiotez o por exigencia.

Lo que sí sé es que aún hay demasiados círculos viciosos y pocos bucles.

Que tengo tanto miedo de mí misma como de ti. Y da igual lo que me diga  si luego se me presenta la ocasión haré lo que sienta dejando lo que me convenga de lado. Y esperaré algo más, y esperaré una llamada, una señal que nunca llega.

Expectativas negativas o nulas, así no habrá nada que curar. Me estoy dando cuenta de que la gente no siente tan poco al fin y al cabo, no son predecibles hasta parece que no tienen sentimientos.
 Se protegen con muros, armaduras de acero y diamante y claro, así lo que puedo ver son generalidades, futuros inciertos y vacíos.






miércoles, 29 de enero de 2014

Momentos

Esos momentos en que miras al rostro de esa persona y piensas:
"es él",
 " es mío ", 
" dios, es lo que yo realmente ansío y quiero",
 " es lo que yo me he propuesto y al fin.. lo tengo"... 
Es orgullo, ganas, emoción... 
es la mejor droga en sangre.

Es imposible decir con exactitud las mismas palabras.
 Son como las típicas cosas que solo se pueden decir  una vez.
 A la segunda, pierde la magia.
 No se dice con la misma intensidad, ni en el mismo segundo.. 
el momento perfecto se esfuma.

Y sinceramente esos pensamientos y esas palabras últimamente han sido tan efímeras.. tan cortas en el tiempo, 
que a veces creo que me canso de lo que siento. 

"Podíamos escribirnos miles de cartas, pero nuestro corazones no se acercarían ni un centímetro"

Esta frase, supongo que se puede trasladar a varios contextos. 
Cambiando unas palabras por otras, pero diciendo exactamente lo mismo. 
Al final, no vale ni un carajo, porque no va a cambiar nada.



martes, 28 de enero de 2014

The last high

Plastificamos los corazones, pero no ponemos chaleco antibalas.
¿Que de qué va la canción? 

Lo cierto es que son las gilipolleces que hacemos siempre.
 Teniendo a seis mil millones de personas en el mundo, las risas de unos mil, el sexo de unos cincuenta, la conversación de unos treinta y el amor de unos diez, cinco nos putean, y otros cinco no los queremos, y...  !!REDOBLES!!
Aparece el sujeto 0.
 Por ser el número que es, ya sabéis lo que da y lo que merece recibir.

Y a pesar de tener alrededor todas esas "tentaciones", nos juramos y perjuramos que será el último. Ya sea metafóricamente, en silencio, en carne, o en alma. O simplemente viva en tus sueños.

Puede que solo haya sido una noche, o unas cuantas horas.. una mirada.. 
Pequeños detalles.
Los echamos de menos.
Nos odiamos,
 pero aún así nos queremos un poquito con el dedo corazón,
de vez en cuando.

Pero si lo pensamos bien,
hasta que no haya claros entre tanto borrón, 
y tantos papeles arrugados,
mejor reservarlo en ese plástico
a expensas de que algún rasguño te roce.
Pero,
viviendo así, es como si se te escapara,
y a la misma vez teniéndole,
pero con esas mil historias a la vez,
esas risas, ese sexo, y ese hamor.


And maybe you'll call me, maybe you won't. 




domingo, 19 de enero de 2014

Recaídas

Y después de tantos tiras y aflojas,
detrás de esos no sés que eran síes,
de tanta Venecia sin agua,
te das cuenta de que pasas página.

Al carajo el juego,
y los cigarros a medias,
si quieres te los fumas,
sino los tiras contra el asfalto.
Puedo dormir tranquila noche tras noche.

No me definen mis errores.

Se abre un libro nuevo, 
con alguna que otra historia renovada,
la historia es cíclica,
y las recaídas también.

No hay marcapáginas,
porque para no quedarte estancada en una historia
lo mejor es no pararte en ninguna de ellas
y simplemente
hojear el libro.

.

domingo, 12 de enero de 2014

Bienvenido al club

Hay miradas que calan, 
besos del final,
polvos de despedida,
y abrazos que rematan.

Y es cierto que,
la distancia cuando es cero
duele más.

Y sí, me gustaría disimular,
tener un puto disfraz.
No ser tan predecible,
no abrirme siempre de par en par.

Y aún así me dejo palabras en el tintero,
no sirve de nada,
dejo de morderme la lengua,
pensando que tal vez sea mi momento.

La verdad no es esa, y  no la queremos ver.
Siempre apostamos sabiendo que habrá 
un resacón el día después.

Somos tontos, idiotas,
imbéciles, porque queremos.
Que triste es.

No  queremos evitarlo.
Se empaña nuestro espejo,
y qué mas da una mancha más
entre tanto garabato.

Malditos microcuentos


Lo peor es que
al final de todo
la que se queda con tu olor en mis manos
soy yo.

miércoles, 8 de enero de 2014

Let it be

A veces lista, otras guapa.
De apariencia normal, y otras muchas rara.

Otras sin pintar y con pintas bizarras.

Otras tantas tierna, otras malhumorada.

Siempre conformista,

pero quiere licor y otras copas de más.
Se cansó de la cerveza,
y quiere el mejor whisky, 
aunque la resaca le dure más que la ebriedad.

Y sí, soy tonta, puede ser. 

No sé si he arriesgado mucho, 
o he perdido.

Porque en un sólo minuto puedo sentir tanto

y de pronto tan poco.

Sé que no debo pero el querer puede más.

Ahora apareces pero en nada te esfumarás.

Tantas sombras alrededor mía,

a saber cuál me iluminará.
Por un tiempo efímero,
o para superar mi récord quizás.

Ayer eran días, antes de ayer eran horas,

ahora son meses que pueden caber en una postal.

Y ahí están, jodiéndote la vida,

sin saber que camino escogerán, 
y en realidad, lo sabes,
van a todas partes.

Puro placer,

evadirte de las penas,
respirar otro aliento,
abrir de par en par mis extremidades.

Qué se yo,

si al final no sabemos nada.

Y si te me pones tierno,

no, gracias,
no quiero sentirme importante.




domingo, 5 de enero de 2014

Acostumbrarse

El error es 
que los recuerdos se distorsionan
 y al mirar atrás siempre todo se ve más bonito de lo que parece. 
Se reconstruyen, se filtran y al final se contaminan.
Ese es el problema.
Te recordaba tan perfecto, tan nosotros... 


Olvidé que,
conllevaba a dar un todo, el todo que siempre colma el vaso.
Y aún estando al 100%, a veces darlo todo es un gran error.
Decir ciertas cosas en momentos contradictorios,
lo excesivo, hace que te eches el freno de mano.

Ese todo que ahora no quiero.
Es mejor ser un todo por separado, no ese cuento de las mitades que nos han contado.
Primero se feliz por ti mismo.
Mírate en el espejo 
¿eres realmente lo que quieres en otra persona?

No deseo un para siempre, pero sí un quizás.

Tan cambiante, tan persistente..
Moldeándote a mi parecer perdías la esencia.
Y qué tontería, si al final..

Seguimos siendo la misma base,
pero supongo que los detalles tontos pesan más.

Ni tú me conoces ni siquiera me conozco a mí misma.
Siempre hay una primera vez para todo.
Nunca digas nunca.
Lo típico.
Y tenía que ser contigo.

No puedo, y menos contener la tensión... 
Que me claves, que el silencio sea tan tentador..

Menuda noche bizarra. 
Mejor pasar, mejor será... Mejor será dejarse llevar. 
Y si los sueños no mienten, que solo te vea como yo te miro en sueños, cual almas libres.
No es que me cueste pillarme, 
será que mi sino es juntarme con fuego,
pues siendo hielo me helaste,
Siempre ese caballero de acero, tan pasota, tan misterioso.
Seré masoquista.

De todo se aprende, miras hacia otro lado y te encuentras con personas vestidas con prioridades que yo misma obviaba.
La novedad, una mirada, qué se yo.
Todo lo bueno acaba.
Aún así, me siento pletórica, aunque se me haga un nudo en el estómago.
A veces los errores son aciertos,
y creo que ya nos hemos hecho demasiado daño,
de tanto roce nos hemos hecho rozaduras
de pensamientos, prejuicios,
cambiamos los sentimientos,
pero sigo en la misma estación.
Y aunque sé que quieres caminar a mi lado,
seamos coherentes,
seguiré con miles de garabatos en mi cabeza.

Olvidé lo malo,
 tu mal humor, tus celos, tu intentar no sé el qué...
Me habré desviado de tu lado, 
pero a mi parecer tus pasos se torcieron en algún minuto de nuestra canción.
Siempre buscándome en tus planes,
no bajando nunca el telón,
yo dije venga, tú dijiste vale,
porque esto no era lo que tú querías
un punto aparte sin final, dejar la puerta siempre abierta,
y ya me viste tan cerca que no parábamos de rozarnos,
me viste saltar de calentón en calentón sentimental,
sin disimular,
llamabas a mi portal y te esperaba siempre despierta.

Y sí, lo sé, me ofreciste lo que tenías,
nadie puede negar eso.
Pero nuestra canción se acaba,
ya no hay noche para más.

Hasta aquí nuestro último baile.