sábado, 31 de enero de 2015

Amantes


Quién dijo que el rosa y el rojo no son buenos amantes,
si los mejores atardeceres están bañados de ellos.
Se ramifican, se mezclan y bailan con las nubes. 

Un abanico de colores que con su brisa 
enamora hasta el alma más rota y el sentimiento más necio.

Y si quieres le podemos dar la vuelta al argumento,
las palabras son fonemas antes que pensamientos, 
tragándotelas envueltas en puro fuego
para anochecer despiertos.

Y así cada día lo pasamos entre verbos en movimiento.
Se aceleran nuestros cuerpos, 
pero eso es una rima fácil, así que 
mejor será ver como el día muere en silencio.



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