martes, 30 de abril de 2013

Grados

Las personas florecen y se besan.  
La primavera trompetera anuncia sus días calentando esos corazones que ves en cada esquina.

La música cesa, se moja el asfalto borrando tus huellas, la nieve flota escarchando hasta mi alma sin ningún refugio donde pasar este invierno. 

Mi caparazón se me ha hecho pequeño. 
Ha encogido entre lavado y lavado del kharma.
No necesito armas, ni medidas desmesuradas, sólo que mi cabeza encaje a la perfección en tu pecho.

Y puede que alguna vez mis palabras se hayan vuelto cristales cortando tus cuerdas vocales.
Ni helándote consigo hacerte quemaduras superficiales.
Qué se yo.
Yo y  mi manía de ponerle un posesivo a todo, aunque sea nada a grosso modo.
 Chúpate esos minutos y bébete el tiempo.
Que hoy el tiempo me ha hecho un favor, hoy no iban delante mía pisandome las agujas de ese reloj.

En mi habtación hay restos de calor, restos no tangibles, algunas que otras emociones.. ningún rastro de ti, y menos de nosotros..

Abriré la ventana, a lo mejor me vienes de forma volátil entre la brisa fresca, aunque aún dudo entre descontaminarme o que me oxigenes los pulmones.

Que no es lo mismo tener la cama vacía y que eche de menos dormir sin ti. Que mal se me da mentir en esta época del año, en que las alergias se nos cogen al pecho y no podemos respirar sin amores.
El Sol me deja... Si todo lo que quiero es volverlo a sentir.

Y las luces se reflejaban en el agua como llamas, impidiendo evaporar cada gota para que precipite en el cielo. Ya no queda nada de esa nube,  de qué me sirve salvarte si sólo puedo flotar encima de ella cogidos de la mano. Y aún así me la sueltas, y un mundo se abre bajo mis pies.
El cielo me ha dicho que espere, pero yo sigo pisando esas nubes que se deshacen con cada paso que doy.
Vuelvo a tus tierras aunque ya estén ocupadas. 
Qué habría sido de esto en esa era... 
Tanto desconocimiento, tanta emoción me desespera.
La peor competición no es con los demás sino con nosotros mismos, intentamos machacar nuestras ilusiones en vano.
  La madre suerte se ha ido.
 Queremos matar a nuestro yo más oscuro, y cuando abrimos los ojos y nos miramos en el espejo hemos aniquilado a nuestro yo.

As, el que sacas al final de cada partida. 
Ven, si osas atreverte. 
Fui, y me devolviste el equipaje. 
Por, nadie lo sabe sólo había peros. 
Tú, siempre cambiando de forma y nombre.

 O tú o vos, o vos o yo.
Últimamente me estallan muchas cosas en la cabeza, y las noches son demasiado cortas para pasarlas enredada a tus piernas.

Si ves que tengo la sonrisa inquieta saboreando momentos, viendote a la luz de una vela mientras suena esa guitarra.. 
Quiero que se consuma sola, aunque puede que al final alguien de los dos quiera apagarla.

lunes, 15 de abril de 2013

Late

Ya es Domingo de madrugada, me meto debajo de mis sábanas y me pongo a pensar. Ahí afuera hace demasiado viento y me perturba el soñar. Mueve esta casa y a mí me acaba de paralizar.

Me paraliza ver tanta linealidad acumulada, me escandaliza  no poder pasar, me quedo inmóvil cuando no pasas y te paras y más aún cuando corres y nunca te paras porque pasas, ahí me quedo sin habla.
Sonrisa, y no hablo nada más lejos que de la tuya, ábreme unos cuantos paréntesis en mi camino que yo les pongo unos puntos suspensivos al final.

Ese hilo siempre me traiciona. 
Aparece y después se corta, y cuando se vuelve a anudar va y hace una soga, anunciándome su muerte, pero nunca a la cara sino cuando el gallo comienza a cantar lanzando un mensaje bestial.

Que ya solo alimento fantasías, total, qué me queda ya. Las ilusiones me comieron bastante la cabeza y echo de menos eso de subir y bajar. 
Ya no hay hojas que pasar, ni ediciones ilimitadas. Ya no hay nada que contar.
Estoy descosida y tengo los dedos llenos de callos de pincharme tanto con esa aguja perdida en el pajar. Es una suerte, aún no me hallo rota ante tus pies. Con mis ilusiones desilusionadas espero a que vengas y me cosas aunque me duela otra vez. Pero no me cosas a tu clavícula, no quiero acabar llena de cicatrices que al tocarlas griten tu nombre.

Hoy he descubierto que el corazón late en código morse. Ahora entiendo por qué tantas veces no nos entendemos si hablar y latir es totalmente distinto. 
Mi corazón late rápido, hipertenso, y a tu lado casi se rompen mis venas. Mi corazón se para un milisegundo cada vez que estornudo, pero eso no me hace sentir nada.. páramelo indefinidamente con un beso.

"Contigo no había ningún tren que coger "- dijiste. En ese mismo instante hiciste de mis ojos dos cristales que estallaron hacia fuera, los paréntesis se cerraron y mi boca estaba sonriendo a la inversa.
Que estamos hartos de vivir en el mundo del revés, en el que tú me odias y yo te quiero sin querer. 

De qué me sirve ser amor, si no aparece a quien se lo quiero dar... de qué me sirve llamar al verbo odiar si como dos imanes nos llegamos tanto a repudiar...

¿Sabes que te digo amor inventado? que eres un amor incorregible, cada vez que caminas voy yo detrás. Que siempre me hacías esperar en andenes inexistentes, que siempre inventabas esos trenes... Ni atravieso muros, ni rompo baldosas para hacer nuestras distancias más cortas, lo sabes bien.

Mueve ficha, yo sigo a la espera de que te comas a la reina, sigue en el  mismo tablero con su corona. Tómate tu tiempo pero ten cuidado que no se quede anclada en esa casilla. Que si me coges de la cabeza y nuestros alientos se alcanzan, yo solo me limitaré a mirarte a los ojos esperando a que saques tus armas. 
Ya no me lanzo a más piscinas vacías, ni a piscinas en las que me llega el agua hasta arriba.

Si piensas que estoy hecha de material impermeable no estás en lo cierto. Soy de un papel que se moja, y cuando se seca queda arrugado. Nadie lo plancha, nadie lo seca. Solito lo hace, solito se queda.
Está cansado de que lo metan equivocadamente en una lavadora y salgan pedacitos de él por todas partes, pedacitos  los cuales para ti no son importantes. Siempre se recicla, siempre se usa, pero nadie lo guarda.








sábado, 13 de abril de 2013

Moonshine

 Era de noche y la luna me engañó. La noche se suicida y con ella la ilusión.
No andamos a la par, corazón. 
Átame de manos y muérdeme con amor.

Cuan despacio íbamos, más se aceleraban las emociones, pero siempre empezábamos un microcuento sin tinta para después dejarnos escritas tantas palabras en los labios...

Tengo una caja vacía, donde puedo imaginar sin control. Una medicación, obviamente con efectos secundarios. Muchos falsos recuerdos por miedo a intentarlo.

El deseo es lo que a veces nos echa a perder, y rompe todos los esquemas. A veces pienso demasiado en lo emocional, otras tantas pienso en lo real o irreal que le parecerá el sexo a un animal.
Unión tan simplemente carnal.

Nuestras primeras experiencias, el primer beso, la sensualidad encarnada no en un cuerpo, si no en su cuerpo... Pensaréis, qué es eso comparado con el sufrimiento que produce.. Yo lo formularía al revés. A veces pesan más las propias vivencias en la balanza de nuestra vida, por lo menos en la mía.
 Aunque vuelvo a repetir, 
" a veces", ese a veces que tanto se repite.

No aprovechamos la cabeza al máximo. Nos entretenemos pensando tantas cosas.. Y muchas de ellas tan irrelevantes. Aunque quién soy yo para decir qué importancia tienen las cosas.

Somos unos ignorantes. Nos bombardean con señales enmascaradas. En ocasiones nos hacemos los tontos; otras no nos lo hacemos, lo somos.

Y sí, nos gustan que sean directos, pero sin metáforas ni juegos de palabras...
 Ese juego no nos divierte.

Metamorfosearé a la inversa. Que se me retuercen tantos las ideas que se ahogan en mi cabeza.
Ya no leemos nada en las botellas, se nos sube a la cabeza y se quedan sin gas nuestras creencias.

Dudamos de si existe, de si volveremos a sentir esas punzadas, esos hormigueos.
Dejemos que vuelen por la ventana, sino será nuestra cárcel. Seremos sus prisioneros.

Marte y Saturno se vieron tan cerca uno del otro que parecían que iban a chocar.
Tú o vos, me da igual.
Si ellos han estado tan cerca a tantos kilómetros de distancia, no sé por qué debería de pensar que no te voy a encontrar.

Fíjate menos en las estrellas y mira más las rarezas del universo que me rodea.
Viajemos a la ciudad donde la gente sueña despierta.
Fumémonos un puro acompañado de una copa de whisky como si fuera un film de los 80.
Ven chaval, dale cuerda a esa cinta, recógeme en tu descapotable y vayámonos.
 No hay peros ni vallas que nos lo impidan, las carreteras están abiertas. 


Echar abajo esa vieja puerta con un golpe de suerte. 

Que me lleguen por el aire burbujas cada vez que sueltes el aliento.
Mi pelo largo al viento, sentada en el césped en una tarde que se va desvaneciendo.
No sé a dónde miras aunque puedo notar a quien va dirigida tu sonrisa.
 Esas gafas opacas me impiden ver tus ojos, oscuras se convierten nuestras siluetas y aquí empezamos a escribir con pluma nuestro poema. 
Si paras, si frenas, la tinta se seca.

Reinventemos el amor y que venga a hacernos a nosotros.
Hoy no es un Viernes cualquiera, quiero dormir en tu estío y despertar entre tus tristezas, alegrarte las mañanas y limar las impurezas.
Nariz con nariz y respiraciones agitadas. 
Que mis besos no son esos si en tu presencia mi boca se seca.

Si no vienes yo voy, pero si tú vienes yo me marcho.
Que yo lo hago a mi manera y si me tiemblan las manos viéndote subir por esa acera, qué quieres, yo escogí este camino y verte solo en cierto modo me alegra. Pese a que no me esperes a la vuelta de la esquina, por mi parte seguiré despreocupada y algo inquieta.

Muéveme con la mente que lo demás está sobrevalorado.

miércoles, 10 de abril de 2013

Encuentra(me)

No te busco. No te encuentro. Y cuando me encuentro, te busco.
Qué sueñas, qué piensas, qué insinúas cuando pestañeas.
Un lenguaje antiromántico, una gramática errónea. Se deslizan tus palabras y yo solo estoy atenta a las mías.

Cuando no pones tú esa sonrisa es raro
 Raro porque añoras esa cara de embobado ¿Cuál, la tuya o la mía?

Tiene gracia, pero no soy de tatuajes. Y sin darme cuenta llevo unos cuantos dentro de mi cabeza. Debajo de mi piel unos miles que van desapareciendo cada vez que mudan de dueño.
Prefiero ser tatuadora; tatuadora de sonrisas. Aunque la tuya... ay, la tuya! Puede sonar lo más cursi del mundo, pero me la tatuaría en las retinas...Así no tendría que perder el tiempo buscándola entre los rostros de la gente mientras paseo por las aceras.
Aunque después de todo, prefiero la satisfacción que me provoca poder provocarte(la). 
Y si no soy yo, soy una extraña, esa extraña con la que sonríes, esa que no soy yo.

Pensar x y luego hacer y. Imaginar pero no actuar. Sentir para luego fingir.
Desnúdame pero no me quites la ropa, préndeme con palabras, acepta este desafío.
No quieras entrar en el laberinto en forma de espiral.
Quién, cómo y dónde... 
Tú ese desconocido, yo esa reconocida de la que nadie sabe.
Nos quedamos casi rozando lo superficial. 
Montarnos tormentas de ideas que nunca precipitan al suelo.

Quiero escribirte, pero no hablarte. Sólamente rozarnos con las miradas.

Corazones rotos unidos por grapas. A veces laten tan fuerte... que al final estallan.
Un simple metal no aguanta, se pone al rojo vivo unos segundos y luego se apaga. 
Sin embargo, nadie ha conseguido adivinar los centígrados justos para que se fundan todas las piezas, si el músculo vacío por sí solo tanto pesa.

Que cuando suspiro nadie responde, y el eco se hace el sordo.
Me perdí los mejores atardeceres contigo.
 Y sin ti no los he vuelto a ver.

Porque ahí nada importaba, y ahora todo pasa tan despacio...

 


domingo, 7 de abril de 2013

Esperando la primavera

Apresúrate, pero no te des prisa. Derrama como lava tus miradas por las fracciones de mi cuerpo y deja que cristalicen tus caricias pausadas en mi piel.

No te apures si tus dardos sólo atraviesan el aire o estaba tan cerca la diana que ni siquiera la podías rozar. Demasiada concentración y poca precisión.
 Salgamos mañana a saltar sobre los charcos, sobre todo ese que está debajo del mar. No hace falta que te pongas botas, pisa sin miedo, ya no hay nada que nos pueda salpicar. Yo tiro mis piedras pero siempre caen en mi tejado. Lanzo mis flechas pero es difícil que una de en el centro y haga grietas.

Nos quedamos encapsulados en esa canción de Estopa y terminaste con dolor de cabeza. A mi me daba todo vueltas, cerré los ojos al fin pero me faltaba una pieza.

Qué quieres que te diga si a veces todo lo que pienso cabe en un suspiro.

Me paso las tardes enteras sin ver esos atardeceres por culpa de esos edificios y lo peor de todo es que sigo buscandote para verlos contigo. Y a pesar de tener guardada la llave, me falta tu hilo para que me cosas sueños rotos. 

Hibernan mis emociones y espero a que llegues con mi primavera.

Buscar nunca ha sido lo mío y aún no me he decidido en que lado de la línea estar. Colócame, si hago el final del viaje sola o sin ti cobraría el mismo sentido.
 No lo notas, no miras, ¿no lo sentís?

Que un déjà vu me lleve hasta tus brazos.
3.65 minutos en un tiempo de tres por cuatro no son suficientes para tocar esos labios.
Si ves que la vida pasa y que la luz está apagada, ven.
 Que yo te enciendo sin palabras.
Sopla esa vela y no me cuentes cuentos y construyamos leyendas.
Aceptarse más que entenderse es la clave.  
Amor, no es la primera vez que te me escapas por no dejarte en libertad, por eso le escribo a la improvisación y puede que me toque algún As.

No quiero nadar en la pecera, ni en un mar, ni bucear por tus venas, sino bañarme en tu ombligo.

Flasheemos tú y yo y dejémoslo todo claro que aunque tú no me quieras yo te extraño.

Asómate por mi ventana y dime las cosas más bellas y despídete con un beso en el cristal.
La de tonterías que hacemos cuando fingen no mostrar interés. 
No siempre las aromas tienen que ser agradables, lo que importa son los recuerdos de fondo.
Un poco de emoción y de cortesía y acabaremos haciendo el amor en medio del atardecer. Un gradiente de intensos y apastelados colores y de fondo una apasionada banda sonora.

Hagamos de esto un trocito de cielo y graba todos tus delirios y falsos recuerdos en un disco de vinilo, será mi concierto de madrugá.

Hipotéticas fantasías de una ilusa soñadora.

 Falta actuar, echarle coraje a las noches. 

Tanto trasnochar para luego irte a la cama con las ganas y mojarlas en un café. 

Encadéname a tus blablablas y desayunemos besos al despertar.

Qué sencilla la teoría pero qué complicada la práctica.

Y qué si puede que no sepa lo que quiero, pero una cosa sí la tengo clara, sé lo que necesito.