Ya es Domingo de madrugada, me meto debajo de mis sábanas y me pongo a pensar. Ahí afuera hace demasiado viento y me perturba el soñar. Mueve esta casa y a mí me acaba de paralizar.
Me paraliza ver tanta linealidad acumulada, me escandaliza no poder pasar, me quedo inmóvil cuando no pasas y te paras y más aún cuando corres y nunca te paras porque pasas, ahí me quedo sin habla.
Sonrisa, y no hablo nada más lejos que de la tuya, ábreme unos cuantos paréntesis en mi camino que yo les pongo unos puntos suspensivos al final.
Ese hilo siempre me traiciona.
Aparece y después se corta, y cuando se vuelve a anudar va y hace una soga, anunciándome su muerte, pero nunca a la cara sino cuando el gallo comienza a cantar lanzando un mensaje bestial.
Que ya solo alimento fantasías, total, qué me queda ya. Las ilusiones me comieron bastante la cabeza y echo de menos eso de subir y bajar.
Ya no hay hojas que pasar, ni ediciones ilimitadas. Ya no hay nada que contar.
Estoy descosida y tengo los dedos llenos de callos de pincharme tanto con esa aguja perdida en el pajar. Es una suerte, aún no me hallo rota ante tus pies. Con mis ilusiones desilusionadas espero a que vengas y me cosas aunque me duela otra vez. Pero no me cosas a tu clavícula, no quiero acabar llena de cicatrices que al tocarlas griten tu nombre.
Hoy he descubierto que el corazón late en código morse. Ahora entiendo por qué tantas veces no nos entendemos si hablar y latir es totalmente distinto.
Mi corazón late rápido, hipertenso, y a tu lado casi se rompen mis venas. Mi corazón se para un milisegundo cada vez que estornudo, pero eso no me hace sentir nada.. páramelo indefinidamente con un beso.
"Contigo no había ningún tren que coger "- dijiste. En ese mismo instante hiciste de mis ojos dos cristales que estallaron hacia fuera, los paréntesis se cerraron y mi boca estaba sonriendo a la inversa.
Que estamos hartos de vivir en el mundo del revés, en el que tú me odias y yo te quiero sin querer.
De qué me sirve ser amor, si no aparece a quien se lo quiero dar... de qué me sirve llamar al verbo odiar si como dos imanes nos llegamos tanto a repudiar...
¿Sabes que te digo amor inventado? que eres un amor incorregible, cada vez que caminas voy yo detrás. Que siempre me hacías esperar en andenes inexistentes, que siempre inventabas esos trenes... Ni atravieso muros, ni rompo baldosas para hacer nuestras distancias más cortas, lo sabes bien.
Mueve ficha, yo sigo a la espera de que te comas a la reina, sigue en el mismo tablero con su corona. Tómate tu tiempo pero ten cuidado que no se quede anclada en esa casilla. Que si me coges de la cabeza y nuestros alientos se alcanzan, yo solo me limitaré a mirarte a los ojos esperando a que saques tus armas.
Ya no me lanzo a más piscinas vacías, ni a piscinas en las que me llega el agua hasta arriba.
Si piensas que estoy hecha de material impermeable no estás en lo cierto. Soy de un papel que se moja, y cuando se seca queda arrugado. Nadie lo plancha, nadie lo seca. Solito lo hace, solito se queda.
Está cansado de que lo metan equivocadamente en una lavadora y salgan pedacitos de él por todas partes, pedacitos los cuales para ti no son importantes. Siempre se recicla, siempre se usa, pero nadie lo guarda.
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