sábado, 31 de enero de 2015

Atardeceres


Dicen que cuando cae el sol, 
"nosotros también caemos abatidos en la mansa noche que todo nos lo explica y nos allana". 
De forma horizontal o espiritual, etérea, de alguna manera u otra. 

Cada día somos un yo, unos 365 yoes distintos, viajamos por infinitud de sentimientos y estados, se sensibilizan nuestras percepciones o simplemente nos anulamos -todo esto como si de una montaña rusa se tratase -hasta que al fin caemos en la noche y nuestros iris sacan sus manos y agrandan con todas sus fuerzas las pupilas. 

           Se sufre una transición, una metamorfosis, 
                             por eso
                                       no hay dos atardeceres iguales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario